Nos atrevemos a asegurar que usted terminará con sorpresa o frustración luego de sumergirse en la instalación artística “Mujeres Olvidadas del Bicentenario”, Paisajes sonoros, relatos, ilustraciones y fotografías”. Apuesta que pretende darle voz y rostro a algunas de las mujeres que valientemente dieron su vida por la libertad de esta nación.  Sorpresa al reconocer que son muchas más las mujeres que hicieron parte de la gesta libertadora y superan las que en las clases le enseñaron, sorpresa porque sus acciones, sin duda, fueron determinantes en la lucha por la libertad, la mayoría de ellas se atrevieron a romper el silencio y la sumisión, se dejaron llevar por la fuerza poderosa que nace en el corazón y la razón, pero su voz se desvaneció con el correr del tiempo.

Frustración porque, al igual que en la mayoría de los escenarios de la vida pública, a las mujeres no se les reconoce con la objetividad e igualdad frente a lo hecho por los hombres, el accionar de las mujeres generalmente es minimizado y en algunas ocasiones borrado de las narrativas que construyen la memoria de un pueblo, de una sociedad.

Con una gran inquietud el colectivo “Micrófonos en Libertad*” visibiliza algunas de las mujeres que hicieron parte de la gesta libertadora y que no han sido reconocidas por la historia, a través de este espacio de creación, desde el arte sonoro, la ilustración y el lenguaje escrito, se propician escenarios de escucha, de observación y reflexión, que indagan y problematizan alrededor del territorio, de la mujer y en relación con la historia pasada y presente.

Boyacá es un departamento reconocido por ser uno de los escenarios más relevantes en la lucha libertadora, hace más de 200 años, allí se vivieron diferentes batallas que cambiaron la vida de sus protagonistas, así como de todo un pueblo. Las mujeres también jugaron un gran papel, aportando con sus actos heroicos y a través de su visión femenina, a la construcción del imaginario que tenemos del rol de la mujer, rompiendo en algunas ocasiones con esos moldes socialmente construidos. Algunas de ellas dieron amparo y cuidado al ejército, otras se sumaron a la lucha, aportaron con su patrimonio, muchas otras perdieron la vida, pero la gran mayoría fueron olvidadas.

El símbolo de ese olvido es la estatua sin nombre ubicada en una plaza del municipio de Socha; no se sabe hace cuánto tiempo allí colocaron el busto de una joven mujer, no hay datos, no hay información, solo el rostro de quien se atrevió a dejar huella.  Matilde Anarai está representada allí, esa estatua sin nombre es la muestra de un homenaje inconcluso, sin voz y que en ese anonimato representa la invisibilidad de aquellas que hicieron parte de la historia y que hoy, a través del esta instalación, esperamos visibilizar. Hoy usted esta frente a una parte de la historia que ha sido contada de manera incompleta y subjetiva.

AGRADECIMIENTOS.
A las mujeres que se han atrevido a ir más allá, siendo y construyendo parte de la historia, abriendo caminos para alcanzar el reconocimiento y la igualdad. Y a los hombres que han acompañado y valorado este transitar.

A las mujeres de los municipios boyacenses de Socha, Socha Viejo, Corrales, Tasco y Socotá, sus voces, sus recuerdos y vivencias hacen parte de lo que hoy somos. A las mujeres de la vereda Comeza Hoyada del municipio de Socotá Boyacá.

A Milena Torres, Ana Gloria Páez Mendivelso, Inés Fernández Prieto Niño, Primera Alcaldesa mujer de Socotá, Derly Esperanza Niño, Dercy Gómez Torres y Laura Daniela Suba Gómez.

Especialmente a María Victoria Estrada, Fabio Correa y Tatiana Zabala su apoyo fue importante para materializar este sueño.

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